Juliana Barberi
Directora RAYA
Ingeniera biomédica – MSc en Desarrollo Sostenible
direccion@corporacionraya.org

Por un lado, resulta casi imposible determinar cuál tiburón fue el que atacó, así que emprender una camáña de cacería es tan absurdo como imposible.

Segundo, es probable que el tiburón haya atacado por la misma razón por la que ocurren la mayoría de ataques: confunden a los humanos con sus presas usuales.

Tercero, así se pueda identificar el tiburón, eso no garantiza que nunca vaya a volver a haber un encuentro fatal con algún animal, porque la vida no es como el Atalaya y somos frágiles, vulnerables y la existencia siempre tiene un límite. No podemos seguir pensando que debemos exterminar todo lo que pueda matarnos, porque, de nuevo, es absurdo e imposible.

Cuarto, los humanos estamos en todos lados, hemos invadido cada rincón de la tierra y esto quiere decir que vamos a encontrarnos con animales que pueden representar un peligro y que, de cualquier manera, tienen un derecho intrínseco de habitar el planeta.

Y quinto y más importante, los humanos tenemos al borde de la extinción a millones de especies (a todas) ¿Qué tan hipócrita sería de nuestra parte perseguir a un animal porque atacó a un humano?

Son miles de tiburones que nosotros los animales humanos asesinamos INNECESARIAMENTE cada hora ¡MILES!

En el infográfico que hay a la izquierda se pueden ver mejor las cifras:

12 personas al año mueren por ataques de tiburón, mientras que 11.417 tiburones son asesinados CADA HORA por seres humanos. ¿Por qué seguimos creando enemigos invisibles cuando nosotros somos los principales enemigos de todo lo viviente? Nadie se salva de nuestro “progreso”, “éxito” y “desarrollo”, pero nos resulta más fácil crear estos enemigos y seguir con la idea religiosa de que somos una especie con derecho divino a controlar todo lo que esté a nuestro alrededor, sin considerar la propia existencia de aquellos con los que compartimos el planeta. Tenemos la idea de dominación enquistada en nuestra psiquis y actuamos de acuerdo a ello. Las cacerías de brujas no solucionan nada, nunca lo hicieron.

Desafortunadamente la cacería de tiburones inició y un tiburón nodriza (ni siquiera la misma especie), fue asesinado en playas de la isla. El video es aterrador, muestra al pobre animal tratando de librarse y luchando por su vida. Todo en vano.

Qué posición antropocéntrica, tan egoísta, la de nuestra especie. Creamos enemigos en los demás animales, cuando somos nosotros los enemigos de todo.

Hacemos un llamado para que desde todas las instancias empecemos un trabajo permanente de educación que favorezca la coexistencia con otros animales, que nos permita vivir sin tener que dañar y que ayude al verdadero desarrolo (y salvación) de nuestra civilización