Los fuegos artificiales, llenos de colores que estallan en el cielo, tan comunes en las celebraciones y festividades decembrinas, traen consecuencias de miedo y estrés en los animales que pueden ser fatales.

Catalina Yepes
Médica Veterinaria
Especialista en Medicina Interna
veterinaria@corporacionraya.org

El sonido de la pólvora es el principal desencadenante del miedo a los ruidos fuertes, aunque la gran mayoría de los animales afectados también muestran simultáneamente miedo a los disparos y las tormentas.

El miedo a los ruidos es muy frecuente en los perros y gatos, y representa un importante problema de bienestar, ya que afecta hasta a la mitad de la población canina. En un estudio de 2019 en Estados Unidos, que utilizó una encuesta en línea, el 52 % de los responsables de perros dijeron que sus animales tenían miedo a la pólvora y mostraban comportamientos como jadear, temblar, esconderse y huir. Esta misma investigación también encontró que los gatos, los caballos, los conejos y los conejillos de Indias tienen miedo a los fuegos artificiales.

La sensibilidad al ruido puede desarrollarse en los perros cuando son cachorros, pero también puede tener una base genética: recordemos que el miedo tiene componentes genéticos y componentes adquiridos.

Varias publicaciones describen las reacciones de comportamiento de los perros y gatos cuando se exponen a ruidos fuertes, por ejemplo: temblores, parálisis, jadeo, salivación, postura corporal baja, cola metida entre las patas, búsqueda de lugares donde esconderse, intentos de escape que pueden terminar en pérdida o atropellamientos, eliminación involuntaria y comportamiento destructivo con o sin autolesión. La duración promedio de estos cambios de comportamiento es de dos horas, pero se sabe poco sobre cuántos animales pueden verse afectados más allá del marco de tiempo de unas pocas horas. Cuando los efectos del comportamiento persisten más allá del tiempo de exposición directa, especialmente si duran varios días o incluso semanas o meses, indica un deterioro significativo del bienestar.

A esto le sumamos la capacidad de anticipación que tienen los animales por el condicionamiento clásico, donde se anticipan a los sonidos de los petardos de la pólvora por la música de las fiestas o los gritos de los partidos de futbol, esto los hacen padecer las reacciones de ansiedad, temblor, búsqueda de escondite, incluso antes de que comiencen los ruidos fuertes.

La pólvora también impacta a los animales silvestres. Un reciente estudio (Conservation Physiology, Volumen 10, Issue 1, 2022, coac050) mostró, cómo los animales, en este caso los gansos, estaban angustiados físicamente por las celebraciones de fuegos artificiales en una zona rural de Australia, con variaciones muy importantes en sus frecuencias cardiacas y temperatura. Además, es evidente el aumento de muerte de aves estrelladas contra edificaciones y el gran abandono de nidos luego de las fechas de mayor uso de pólvora.

Es claro que la mayoría de los animales no se encuentran habituados a estos sonidos y se ve gravemente afectados por ellos, produciéndose además un daño ambiental que se provoca con la quema de pirotecnia y las quemaduras que pueden sufrir tanto animales humanos como no humanos.

Algunas recomendaciones para estas fechas son: no usar pólvora ni asistir a eventos que promuevan su uso, cerrar puertas y ventanas para evitar escapes y aislar el ruido tanto como se pueda, utilizar listas de reproducción de música que ayuda a relajar a perros y gatos que puedes encontrar en plataformas como Spotify o YouTube y adaptarles espacios seguros donde esconderse y sentirse más tranquilos dentro de la casa, acompañados de nosotros que somos su soporte y protección. Algunos nutraceúticos (Suplementos nutricionales que bajan ansiedad y estrés) y productos naturales como las flores de Bach y el CBD pueden ayudar a tranquilizarlos, pero deben ser usados con la tutela de un médico veterinario.

Por eso celebra con tus seres queridos con respeto a los demás ¡Dile no a la pólvora!