A propósito de la formulación del nuevo Plan de Desarrollo de Antioquia: “Unidos por la Vida 2020-2023“, nuestra directora tuvo la oportunidad de dar su opinión respecto a la destinación de recursos para el componente “Bienestar y protección animal“.

Paradójicamente resulta inquietante saber que el nombre del Plan de Desarrollo sea “Unidos por la Vida 2020-2023” y que el presupuesto para la proteción de los otros animales, se haya reducido en más de un 92% de lo que se había proyectado ¿Quién es el responsable de este atropello a los animales? ¿Quién determinó que debería bajarse el rubro para la protección animal? Es innegable que la Secretaría de Hacienda Departamental y la Secretaría de Planeación, fueron quienes modificaron arbitrariamente la cifra que, en un principio, permitiría hacer maravillas por los animales, pero que ahora, con esta reducción abusiva, solamente causa indignación y con la que no se logrará nada en temas de protección animal.

Cifra para bienestar animal en el anteproyecto del Plan de Desarrollo “Unidos por la Vida 2020-2023”. Tomado de https://plandesarrollo.antioquia.gov.co/archivo/anteproyecto-UNIDOS-2020-2023.pdf
Cifra para bienestar animal en el Proyecto de Ordenanza deñ Plan de Desarrollo “Unidos por la Vida 2020-2023”. Tomado de https://plandesarrollo.antioquia.gov.co/wp-content/uploads/2020/04/DIGITAL_04302020_PLAN-DESARROLLO_UNIDOS_POR_LA_VIDA_2-min.pdf

De 142mil millones de pesos se pasó a 10mil millones, esto solo demuestra un deconocimiento generalizado en el tema de Una Sola Salud y en la protección de los animales. Por eso, desde nuestra intevención, quisimos llamar la atención a las diputadas y diputados de Antioquia, para que sean firmes con la defensa del presupuesto destinado a la protección de los animales y la conservación y protección de la biodiversidad.

Intervención de RAYA en la Asamblea Departamental

Un cordial saludo para todos las diputadas y diputados y las demás personas que nos acompañan.

Agradezco mucho a la Asamblea Departamental por el espacio para hablar de este tema olvidado por el Estado y especialmente al diputado Álvaro Múnera por ser un abanderado de la protección animal desde todas las instancias.

He sido invitada a este espacio en mi calidad de directora de la Corporación RAYA, constituida hace diecisiete años en la ciudad de Medellín, para que hable de las necesidades que presentan los animales domésticos en el Departamento. Ya tengo conocimiento que para este periodo 2020-2023, la cifra aprobada para esta línea estratégica es realmente irrisoria, por lo cual no me referiré a los asuntos en los que se podría invertir ese rubro, sino en las necesidades que tienen los animales, y que superan con creces la destinación realizada para ese propósito. La falta de atención a los animales, hoy nos está pasando factura como sociedad, y por eso queremos plantearles unos MÍNIMOS que consideramos deben ser atendidos durante este periodo. Si bien son las autoridades administrativas las encargadas se hacer la asignación presupuestal, es mi obligación, como ciudadana, y como Directora de la Corporación RAYA, advertir sobre los requerimientos de los animales domésticos, así como de las consecuencias nefastas que podríamos tener en caso de no atenderlos.

El Plan de Desarrollo 2020-2023 se planteaba como el escenario de posibilidad para que Antioquia no sólo tuviera una inversión en materia ambiental, sino que tuviera una preocupación concreta por la protección y el bienestar animal. Un reto departamental como este, requiere el establecimiento de un componente específico encaminado a estos propósitos; PERO CON ESO NO ES SUFICIENTE: es necesario que haya una asignación presupuestal decente que responda a las necesidades concretas de las poblaciones animales y de los sujetos humanos involucrados en las distintas relaciones humanos-animales. La línea 3 del proyecto de Plan de Desarrollo tiene un quinto componente denominado Bienestar y protección animal; el cual a su vez recoge distintas necesidades de la fauna en el Departamento, que para el caso de los animales domésticos, son: estrategias de esterilización y vacunación, atención a animales vulnerados, campañas en materia de cuidado y tenencia responsable de animales de compañía, censo de población canina y felina en municipios priorizados, implementación de microchips en perros en situación de calle en municipios priorizados, apoyos a los albergues y centros de bienestar animal en municipios priorizados, sustitución de vehículos de tracción animal, apoyo para la creación de Juntas Defensoras de Animales, así como campañas educativas y culturales en diferentes temas.

Estas estrategias, en abstracto, suenan como adecuadas; sin embargo, las cifras estimadas en los indicadores de resultado son realmente inocuas, y no representarían un verdadero impacto a las poblaciones a las que están destinadas. Y aunque lo estuvieran, el presupuesto estimado para su realización, ni siquiera alcanzaría para conseguir estos resultados. En definitiva, no basta con la mera enunciación de planes, programas o proyectos, en abstracto, sino se hace un cálculo real de los requerimientos de las poblaciones animales, para que el impacto que se les haga sea realmente conveniente.

Del mismo modo, queremos hacer un llamado a consolidar la protección animal como una política Departamental, y no como un accionar gubernamental; de manera que los planes, programas y proyectos que estén orientados a garantizar el mandato constitucional de protección especial a los animales en el departamento, no dependan únicamente de la discrecionalidad de los gobernantes electos, sino que haya un margen de certidumbre respecto a la importancia que el Departamento le reconozca a los animales. Asimismo, consideramos importante que en la ejecución del Plan de Desarrollo, se realicen de manera adecuada los diferentes momentos de la gestión administrativa: Promoción, prevención, ejecución, seguimiento, evaluación y control. Esto, porque al revisar los diferentes informes realizados frente al Plan de Desarrollo de vigencia inmediatamente anterior, se encuentran menciones muy someras al tema animal. Por ejemplo, en el Informe de Seguimiento al Plan de Desarrollo, Antioquia piensa en Grande, 2016, 2017, se indica que: “Mediante el programa de “Educación y cultura para la Sostenibilidad Ambiental en el Departamento de Antioquia”, se ha logrado con diferentes grupos de interés su participación en procesos de sensibilización en temas de residuos sólidos, reforestación, recurso hídrico, protección y bienestar animal; los cuáles contribuyen al fortalecimiento de la cultura ambiental”. Informes de este tipo, sólo dejan a la ciudadanía dos caminos: pensar que no existe inversión y gestión en este tema o, en el mejor de los casos, considerar que no ha habido unos adecuados procesos de evaluación y seguimiento frente a los programas ejecutados.

Habiendo terminado de presentar estos asuntos preliminares, presentaré, a nombre de la CORPORACIÓN RAYA, lo que consideramos deben ser las estrategias del componente de Protección y Bienestar Animal, para que estas sean realmente efectivas y logren impactar adecuadamente a los animales, pues no podemos pensar en unos indicadores de cumplimiento que se presenten como un saludo a la bandera. No sirve de nada mostrar que Antioquia tiene un presupuesto destinado para la esterilización, cuando este no cumple con los estándares estadísticos necesarios para que el control poblacional de perros y gatos sea efectivo. No sirve de nada MOSTRAR que tenemos un programa de sustitución de Vehículos de Tracción Animal que sólo sustituya sesenta vehículos durante un cuatrienio en todo un Departamento. Poco serviría la creación de cien nuevos albergues, si no se tiene la destinación presupuestal que garantice su calidad, y si no se tiene la capacidad institucional en materia de esterilización a los animales y de pedagogía a las comunidades que vaya a impedir que estos nuevos espacios se conviertan en centros de abandono y de vulneraciones al bienestar animal. Y así con los diferentes indicadores de resultado que se han establecido en el proyecto de Plan de Desarrollo, y que difícilmente podría afirmarse que responden a las necesidades de los animales del Departamento. Acá las preguntas centrales, en definitiva, deberían ser: ¿Estamos dispuestos, como Departamento, a generar verdadero bienestar animal? ¿O basta con cumplir unos indicadores insulsos que no impactarán realmente a las poblaciones animales? Y para responder a esto, creo que es necesario que nos detengamos un momento a pensar en el concepto de Una Salud, emitido por la Organización Mundial de la Salud, y que hoy podemos comprender de una manera muy desafortunada por esta Pandemia que padecemos: La salud y el bienestar de los animales es también la salud y el bienestar de las comunidades en su conjunto. Debemos dejar de pensar que la inversión que hacemos a los animales es un favor, y que por tanto es un asunto de segunda categoría. La deuda con los animales es histórica y nos está pasando factura: este Plan de Desarrollo debe ser la oportunidad para avanzar en el déficit de inversión que tenemos respecto a los animales del Departamento.

RESPECTO A LA NECESIDAD DE UN PROGRAMA DE ESTERILIZACIÓN REALMENTE MASIVO:

De acuerdo con el Plan de Desarrollo para Antioquia, la meta es esterilizar 48.000 animales. Lo importante a tener en cuenta es qué porcentaje del total de animales del departamento corresponde esta cifra. Las poblaciones de perros y gatos no controladas adecuadamente, en un porcentaje mayor a 70% seguirán creciendo, trayendo los conocidos problemas de maltrato, abandono, crueldad, zoonosis, impacto en la fauna silvestre, etc. por esto, es obligatorio realizar censos y estudios poblacionales antes, durante y después de las intervenciones, con el fin de realizar un monitoreo sistemático de las poblaciones animales. Cualquier intervención de control poblacional, entonces, debe constar de una fase de preparación en la que se haga una estimación de los animales a intervenir, seguida de una primera fase de intervención intensa en la que se alcance a esterilizar al menos el 70% de las poblaciones, y un control periódico y constante para garantizar la estabilización poblacional.

CON RELACIÓN A LA TENENCIA RESPONSABLE DE ANIMALES DE COMPAÑÍA:

Adicionalmente, es imprescindible acompañar cualquier programa efectivo de control de población con la correcta y constante alfabetización de las comunidades intervenidas. Esta estrategia educativa debe incluir a los niños, adolescentes, adultos, efectivos de la policía, inspectores, funcionarios públicos, entre otros. Se debe realizar la divulgación de las regulaciones del Código de Policía en doble vía: pedagogía para la comunidad y elementos para la aplicación efectiva, para la Policía. Cada persona debe reconocer su papel en la protección de los animales y la biodiversidad, para crear las bases de un departamento comprometido con sus habitantes, con la salud y el bienestar.

EN CUANTO A LA ERRADICACIÓN TOTAL DE VEHÍCULOS DE TRACCIÓN ANIMAL:

El Departamento deberá apuntar a la completa erradicación de vehículos de tracción animal, dando cumplimiento a los principios de equidad y solidaridad. Esta erradicación debe basarse en programas de sustitución y regulación del tránsito de las carretillas en lugares que no estén obligados a sustituirlas por Decreto Nacional. Las restricciones de tránsito son una forma de desincentivar el uso de las carretas en los municipios, pues limitan su circulación en cascos urbanos. Es hora de que Antioquia esté a la altura de la evolución y brinde posibilidades de sustento para estas personas que viven del uso de los caballos, mulas y burros, para que juntos construyamos una Antioquia sin maltrato animal.

FRENTE A LA RELACIÓN HUMANO-ANIMAL:

Las diferentes formas de relación entre humanos y animales no humanos, deben ser objeto de atención para el Plan de Desarrollo Departamental. La situación actual que estamos viviendo debe impulsar una verdadera reflexión institucional que se proyecte a su vez hacia las comunidades, y que esté orientada a visibilizar la necesidad de modificar las maneras como nos relacionamos con los animales. Respecto de la fauna silvestre hay unas consideraciones que bien se pueden desprender de la intervención de Valentina, y respecto a la fauna doméstica, es importante apostarle a un verdadero respeto por los individuos animales y su naturaleza: es importante difundir un mensaje de reconocimiento que no derive en formas de humanización. Asimismo, es imperante profundizar en el objetivo de desincentivar prácticas comerciales con animales, que a su vez están respaldadas por lógicas perversas del mercado, y que, como estamos evidenciando son foco de enfermedades zoonóticas, maltrato y crueldad animal.

Suena muy bonito y esperanzador hablar de postpandemia, pero si no se modifican radicalmente nuestras formas de relacionarnos con los otros animales, las pandemias serán cada vez más constantes y devstadoras.

 RESPECTO A LA NECESIDAD DE DESESTIMULAR LOS ESPECTÁCULOS CON ANIMALES:

Las mal llamadas “prácticas culturales” que involucran animales, y en las cuales el dolor y el sufrimiento son el centro del espectáculo, deben ser desincentivadas en el Departamento de Antioquia. Aunque la Corte Constitucional ha indicado -erróneamente, a nuestro juicio- que no es posible prohibir estas prácticas porque ello conllevaría a la vulneración de derechos fundamentales de los humanos que las practican, es posible echar mano de lo que esta misma corporación indicó en la Sentencia C-666 de 2010, en la cual indica que la posición estatal debe estar orientada a desestimular estas prácticas y a realizar todas las acciones encaminadas a eliminar los actos de maltrato animal que excedan los “permisos” concedidos por el alto tribunal constitucional. Así, Antioquia debe invertir en formas de sensibilización frente a los actos violentos que están inmersos en estas prácticas, cuando son legales; y en perseguir, investigar y sancionar cuando se realicen estas prácticas de manera clandestina.

FRENTE A LAS JUNTAS DEFENSORAS DE ANIMALES:

Como representantes de los defensores de animales en la Junta de Medellín, y siendo conocedores de la situación a nivel departamental, debemos ser enfáticos en que en ninguna parte están funcionando. Cabe recordar que este es un mandato nacional y que las juntas son un mecanismo de participación que permite el trabajo conjunto entre la institucionalidad y la comunidad para buscar la protección de los animales. Por tanto, es urgente que se establezcan mecanismos con bases técnicas y con experiencia para ayudar a la conformación y funcionamiento efectivo de las juntas en los municipios de Antioquia.

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En definitiva, los animales del Departamento de Antioquia necesitan planes, programas y proyectos orientados de manera que se cumpla con lo acá indicado, y con otros tantos requerimientos que puedan ser planteados por otros expertos. Pero para ello es necesario que se establezcan unos indicadores de resultado que respondan a los contextos REALES del territorio. En toda esta intervención les he manifestado algunas de las necesidades de los animales del Departamento, pero debe tenerse claro que el primer requisito para que estas estrategias funcionen, es una destinación presupuestal adecuada, que posibilite un impacto real y efectivo a las poblaciones animales de Antioquia.

Antes de terminar, quisiera hacer un llamado a tener en cuenta a las Entidades Sin Ánimo de Lucro en las estrategias de reactivación y en los auxilios otorgados por el Estado y por el sector financiero, pues a pesar de que los excedentes de nuestros funcionamiento no enriquecen a sus integrantes, y que somos fundamentales para el desarrollo de la sociedad y el alcance mismo de los ODS, no somos tenidos en cuenta en ningún plan de reactivación. Como ONGs también debemos pagar arriendo, nómina, servicios, pago a proveedores entre otros. Es hora de darle la mano a quienes desde el altruismo contribuyen al desarrollo comunitario y territorial.

¡Muchas gracias!