El Día Internacional del Oso Polar se conmemora el 27 de febrero y es organizado por la organización Polar Bears International para promover la reducción las emisiones de carbono con el fin de proteger a esta especie tan vulnerable al cambio climático.

Esta celebración anima a las personas a reducir su huella de carbono, usando menos vehículos y apagando los termostatos, así como instalando energías limpias en los hogares.

Los científicos cree que el cambio climático tiene un efecto negativo en las poblaciones de osos polares. Por ejemplo, su población en la Bahía de Hudson ha disminuido de 1200 individuos en 1987 a 900 en años pasados. Andrew Derocher, biólogo de la Universidad de Alberta, estima que el último individuo de esa zona desaparecerá en pocas décadas. 

Otros riesgos para los osos polares son la contaminación, conflictos la navegación, exploración petrolera e interacciones humanas como turismo y agricultura.