Como les hemos contado, este año hemos participado activamente en los encuentros territoriales y las sesiones del Concejo para la creación del Plan de Desarrollo del Distrito de Medellín.

El tema de los animales debe estar en todas estas conversaciones de ciudad, con argumentos basados en las ciencias y la experiencia necesaria para entender las dinámicas del distrito.

Buscamos que los programas de protección animal cuenten con un presupuesto justo, determinado de acuerdo a las necesidades que presenten las diferentes situaciones en que los animales están afectados.

Ayer estuvimos en la sesión Plenaria del Concejo y evidenciamos que los comentarios que hemos enviado, de forma insistente, no son tenidos en cuenta.

Y no es que creamos que nos tienen que ‘parar bolas’, pero vemos con extrañeza que el Plan de Desarrollo de esta ciudad, que siempre había sido ejemplo de avanzada, continúe desmejorando y parezca atrapado en el pasado.

Entre las cosas que más nos preocupan están:

  1. El Pilar 5 no tiene líneas diferencias, por tanto, se mezclan ‘peras con manzanas’. Juntar en el mismo costal bienestar animal, cuidado ambiental y gestión del riesgo hace que el presupuesto esté repartido y no esté bien definido. Será difícil evaluar los programas, lo cual es un gravísimo error.
  2. Las metas e indicadores son confusos o están mal definidos. Sin estos parámetros es muy difícil que se logren cambios satisfactorios a favor de los animales. Los programas de protección animal no pueden ejecutarse solo por cumplir. Se necesita acción efectiva.
  3. Las esterilizaciones no tienen la relevancia que deberían tener, no se aumenta significativamente su alcance y no hay un blindaje, tan necesario en una ciudad que dejó de esterilizar por mucho tiempo. En lugar de eso, seguimos buscando fortalecer el albergue municipal como prioridad, como si una población creciente pudiera albergarse en algún lugar. Si no prevenimos, no hay albergue que dé.
  4. No hay ninguna mención al fortalecimiento urgente que requiere la Inspección de
    Protección Animal. La capacidad instalada de la que existe actualmente no da abasto para los requerimientos de un lugar como
    Medellín.

Como siempre, estaremos atentas y dispuestas a contribuir a la construcción de una ciudad un poco menos ‘mordaz’ con los demás animales.