
¿Cuáles son los riesgos de la esterilización?
En las pasadas entregas de ‘febrero, mes de la esterilización’, hemos hablamos de las generalidades de la esterilización, de quién realiza la cirugías y en dónde y de cuáles beneficios trae a los animales y su entorno. Esta vez hablaremos de los riesgos.
Como cualquier procedimiento quirúrgico llevado a cabo bajo anestesia general, existen riesgos tales como reacciones adversas a los medicamentos, hipoxia, otras complicaciones derivadas de la modificación farmacológica del metabolismo del paciente e inclusive la muerte. La anestesia general puede producir efectos secundarios como salivación, vómito, convulsiones, pérdida de apetito, somnolencia, excitación exagerada, lloriqueos, etc. Algunos animales pueden tener una predisposición genética (de raza) a desarrollar algunos de estos efectos secundarios. El médico veterinario bien capacitado puede reconocer esta predisposición y tomar medidas preventivas para mitigarla.
Otro riesgo de la cirugías es el de hemorragia o infección, ya que es un procedimiento en el que se realizan incisiones y se supera la barrera cutánea, pero de igual manera un equipo capacitado puede disminuir o eliminar los riesgos.
De cualquier manera, la esterilización cuando es realizada de forma adecuada por profesionales capacitados y con procedimientos idóneos, es una cirugía muy segura y con alta tasa de éxito.
¿Cómo se pueden minimizar estos riesgos?
Aunque la cirugía de esterilización es un procedimiento rápido y sencillo, existen los riesgos ya mencionados. Estos riesgos de minimizan de diferentes maneras:
- El animal debe estar en buenas condiciones de salud. El responsable debe detectar y reportar al médico veterinario antes del procedimiento, problemas de salud evidentes como vómito, diarrea, dificultad respiratoria, desmayos, convulsiones, masas, dificultad para orinar o defecar. La honestidad es clave para evitar complicaciones.
- El animal debe estar en ayuno de máximo 6 horas, es decir, el agua y el alimento debe retirarse en ese periodo tiempo. En cachorros menores de 6 meses, el ayuno debe ser de máximo 4 horas.
- Antes del procedimiento debe realizarse una revisión general del animal para buscar signos de alarma que indiquen que la cirugía no puede realizarse en el momento.
- La realización de los exámenes prequirúrgicos (Hemograma, ALT, creatinina y TPT) permite reconocer si el animal tiene anemia o afectaciones en hígado, riñones o en la coagulación. Estas condiciones no se pueden detectar a simple vista, por eso los exámenes son la herramienta más importante para conocer el estado de salud del animal. Aunque no son obligatorios, desde RAYA recomendamos que siempre se realicen.
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