Esta mañana en el zoológico de Amersfoort en Holanda, fueron asesinados a tiros dos chimpancés que escaparon de los recintos donde se encontraban cautivos.

Este se suma a la larga la lista de casos de animales que son mantenidos en cautiverio para ser exhibidos al público y que cuando intentan escapar, son asesinados.

Los parques zoológicos no parecen contar con protocolos que salvaguarden la vida de TODOS los que se encuentran en esos escenarios, sino que solamente intentan salvar las vidas humanas.

Organizaciones e individuos de todo el mundo dedicados a la protección animal han llamado la atención sobre la ineficacia de las acciones del personal de los zoológicos y la necesidad de que se busquen otras alternativas que no impliquen un final terrible para los animales.

El bien conocido Frans de Waal, reitera que en casos como estos, es posible enfocar las acciones de forma que se ponga a salvo a las personas y se regrese con bien a los animales a los recintos. Siempre hay otras alternativas a la muerte de los animales.

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En este caso debe hacerse la pregunta ¿por qué seguimos teniendo lugares donde los animales son exhibidos como mercancía? ¿Qué hay detrás de estos lugares? Mike y Karibuna, como se llamaban los chimpancés, llevaban décadas en el zoológico e inclusive hay fotografías de ellos montando en bicicleta, vestidos y siendo manipulados como si fueran bebés humanos.

Es obligatorio que empecemos a replantear la relación que tenemos con las demás especies, pues a pesar de que parezca que ellos siempre “van a perder”, la realidad es que nosotros estamos buscando nuestra propia desaparición.

Cada uno tiene el poder de decidir dónde pone su dinero y qué clase de industrias patrocina. Entre todos podemos crear un mundo mejor para los animales y para nosotros.